La ciudad de Portoviejo, Manabí, Ecuador, vivió una noche marcada por la tragedia este sábado 6 de diciembre, cuando la reconocida empresaria María Cristina Acosta Conterón, de 46 años, perdió la vida tras un ataque armado registrado mientras se movilizaba en su vehículo particular junto a sus dos hijos.
De acuerdo con los primeros reportes recopilados por las autoridades, el suceso ocurrió pocos minutos después de que la familia abandonara un evento social celebrado en un salón situado a escasa distancia del lugar donde se produjo la emboscada.
Ese breve desplazamiento, que debía conducirlos de regreso a casa, se convirtió inesperadamente en un trayecto fatal.
En el recorrido, un grupo de atacantes abrió fuego de manera súbita contra el automóvil. La ráfaga de impactos alcanzó directamente la unidad en la que viajaba la empresaria, provocando su fallecimiento inmediato.
Sus dos hijos resultaron heridos; uno de ellos permanece en estado crítico, según el personal médico que lo atiende, y continúa bajo estricta observación debido a la gravedad de las lesiones.
El hecho ha generado profundo impacto en la comunidad portovejense.
Vecinos, allegados, colegas y residentes de diversos sectores expresaron consternación ante lo ocurrido y solicitaron que se esclarezcan las circunstancias del atentado, que ha dejado a una familia sumida en el dolor y a la ciudad con un nuevo episodio de violencia que rompe su cotidianidad.
La Policía Nacional activó de inmediato los protocolos de investigación. Equipos especializados trabajan en la recolección de evidencias, la revisión de cámaras de seguridad y la toma de testimonios para identificar a los responsables y determinar el móvil del ataque.
Las autoridades indicaron que todas las líneas de investigación permanecen abiertas, mientras la ciudadanía espera avances que permitan esclarecer el hecho con transparencia y precisión.
El caso continúa en proceso de análisis por parte de las unidades encargadas, que buscan reconstruir con exactitud cómo se desarrollaron los hechos y qué motivó esta agresión que deja una profunda huella en Portoviejo.







